Una de las fiestas más esperadas en nuestra zona de Meruelo, Ajo, Bareyo… es la celebración de la festividad de San Blas, que tiene lugar en Bareyo, donde son muchos lo que acuden a la fiesta y en la que no puede faltar comprar los cordones para llevar alrededor de la garganta, tanto para uno mismo como para los amigos que por cualquier causa no han podido venir a la celebración. Y con ello las fiestas, las romerías, pero sobre todo los encuentros con los demás en un ambiente distendido, compartiendo alegrías, anécdotas y dichos.

La tradición nos cuenta que san Blas nos protege de los males de la garganta y a buscar su protección antes estas enfermedades acudimos a su fiesta y a la “Misa Mayor”.

San Blas nació en Turquía, en la ciudad de Sebaste, por lo que también se le conoce como Blas de Sebaste. Era médico, anacoreta y obispo de la ciudad de Sebaste. Su vida fue muy austera pues vivió en una gruta en la montaña. 

Cuenta la historia que un día, un niño se tragó la espina de un pescado y su vida corría peligro. Pero San Blas le curó y de ahí nace la tradición de invocarle ante las enfermedades de la garganta, y de llevar  el cordón de San Blas alrededor de la garganta.

Otra tradición es que en la fiesta, después de la misa se colocan dos velas cruzadas sobre la garganta. Y porque San Blas se celebra el día después de la candelaria y sus imágenes se le representan con una vela en la mano.

La devoción a San Blas está extendida por numerosos pueblos de España y con frecuencia acompañados por otras tradiciones, como la bendición de los panes.

En Vizcaya es muy famosa la primera competición de arrastre de piedra por los bueyes en el pueblo de Abadiño,  que es la primera prueba del año de esta modalidad. 

Como toda fiesta, en Bareyo la reunión de tantos vecinos, es también una ocasión para rehacer los vínculos sociales, de superación de tantas cosas tontas que nos separan, de sentirnos cercanos a los de los otros pueblos, luchando contra el “paletismo”…

Que la fiesta sea muy feliz para todos.