FESTIVIDAD DE SAN JUAN BOSCO

 Hoy celebramos en la Iglesia la festividad de San Juan Bosco. Sacerdote que dedicó toda su vida a la juventud que llegaba a la ciudad de Turín, en pleno desarrollo industrial, donde los jóvenes se encontraban abandonados y explotados. 

A ellos edicó su vida Don Bosco, como le conocemos. Creo talleres, enteros recreativos (los oratorios festivos), y sobre todo fundó para ellos la Congregación Salesiana, dedicada a la formación de aquellos jóvenes, con la creación de las escuelas de formación artesana, de talleres donde los jóvenes adquirían unos conocimientos que le ayudaban luego en los puestos de trabajo en los talleres y fábricas,

Don Bosco nació en el año 1815 y falleció en el año 1888.

Dos ideas os dejaría sobre su vida.

1.- “la santidad consiste en estar siempre alegres” porque un santo triste es un triste santo. El domingo pasado leíamos las Bienaventuranzas el camino que nos enseñó Jesús para que seamos felices. Y hay un camino para llegar a ser felices: “amar a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a uno mismo”. Sino lo que conseguimos es ser egoístas y en el egoísmo empiezan todas las tristezas y desilusiones.

2.- Don Bosco escribió un librito sobre el “Sistema Preventivo”. Es una manera de actuar que nosotros solemos decir: más vale prevenir que curar”. Busquemos siempre lo mejor para nosotros, lo que es bueno de verdad, y viviremos una vida alegre, que busca el bien de los demás. Por eso él era enemigo de locastigos y firme devoción  del amor a los jóvenes y a todos los que estaban con él. Un buen principio conduce a un buen final. Miremos siempre a lo bueno de la vída y entonces viviremos de verdad.

Don Bosco no fue un fraile. Era un sacerdote diocesano, que quiso ser un cura de verdad. Por eso es ejemplo para los sacerdotes y para todos los que quieren llevar adelante una Iglesia que sea una gran familia. Así se lo pedimos hoy

Reflexión de la cuarta semana del tiempo ordinario - ciclo A

 CUARTO DOMINGO TIEMPO ORDINARIO “A”.

Hoy hemos escuchado una de las más hermosas páginas del Evangelio. Son las primeras palabras que Jesús nos dirige cuando comienza su anuncio del Reino de Dios. En el monte de las Bienaventuranzas proclama la Nueva Ley del reino de Dios, como en el monte Sinaí Moisés recibió la ley que regiría al Pueblo de Israel. Y la Nueva Ley de Dios, proclamada por Jesucristo, es que Dios nos quiere felices.

Es una realidad la que hay en nuestras vidas: los hombres y mujeres del mundo nos parecemos en que todos queremos ser felices. Y también nos parecemos en que no sabemos cómo conseguirlo. Para salir de este embrollo tenemos este mensaje que Jesús nos deja en las Bienaventuranzas.

Con las Bienaventuranzas comienza el evangelio de Mateo. A lo largo de todo él, iremos viendo cómo se viven estas Bienaventuranzas, que no se viven en el bolsillo lleno de dinero, en un puesto de poder, en un no sufrir dolores ni enfermedades, en tener todos los bienes materiales conseguidos… La verdadera felicidad nace de un corazón lleno de amor hacia los demás, lo mismo que Jesús nos da la verdadera felicidad en el amor que nos tiene, que le llevó a dar su vida por todos nosotros en la cruz y que, por esta entrega amorosa, llegó a la gloria de la eterna bienaventuranza en la gloria de su resurrección.

Sofonías, el profeta que hoy leemos y escuchamos en la primera lectura, ya nos da la primera pista: la humildad, la justicia, el derecho, la pobreza… son el camino de la felicidad que nace en el corazón y que por ello nos trae la verdadera Bienaventuranza. Es el nuevo pueblo de Israel, un pueblo humilde y pobre que buscará su refugio en el Señor, dador de la verdadera felicidad, para la que nos ha creado.

También en el salmo que hemos rezado, damos gracias y aprendemos de un Dios que está cerca de los hambrientos, cautivos, ciegos, los peregrinos, huérfanos y viudas, los más débiles de la sociedad israelita. Junto a ellos siempre está el Señor, el que ama la justicia y rechaza la maldad. El Señor es la fuente de la verdadera Bienaventuranza. Solo el que recibe al Señor y de él aprende a vivir será feliz. Y que tristeza hay en la persona que busca la felicidad por otros lados. 

Dios está siempre cerca de los pobres y necesitados. Así era la comunidad cristiana de Corinto, una de las primeras fundadas por San Pablo. Lo humilde y pobre del mundo es quien puede encontrar la grandeza en Dios

Por eso hoy tenemos un claro mensaje: busca ser feliz, como Jesús nos enseña en las bienaventuranzas. Y serás verdaderamente feliz, haciendo felices a los demás.

Hoja Parroquial 4º Domingo Tiempo Ordinario - 29 de enero 2023

EL SEMBRADOR

 Jesús nos habló por medio de parábolas. En vez de grandes discursos, mostró a las gentes de Galilea aquello que sucedía a su lado. Galilea es una tierra muy fértil, con agua del lago de Tiberiades y con calor. Ideal para la agricultura. Por eso les exponía la palabra, acomodándose a su entender.

La primera parábola que nos narra el evangelio de Marcos, es la parábola del sembrador, que echa la semilla en la tierra y esta va creciendo ella sola. La tarea del sembrador es solamente sembrar. 

Estas parábolas nos enseñan que en nuestra vida hemos de estar preparados para ser la buena tierra en la que crezca esa palabra, esa vida que Jesús ha puesto en nosotros y que ha “regado” con el agua del  bautismo y con el agua que sale de su costado cuando, por su amor hacia nosotros, da su vida en la cruz. Dejar que la semilla se haga espiga y que de fruto abundante; que pase de ser la semilla más pequeña que de lugar al árbol donde se cobijan las aves del cielo, donde todos puedan encontrar la presencia amorosa de Jesús que nos espera y que nos cuida.

Y otra enseñanza es el que sembremos la mejor de las semillas, la Palabra De Dios, en el corazón de los que están a nuestro lado. No crece el primer día, pero irá germinando y acabará dando fruto. No caigamos en la tentación que nada más sembrar hemos de recoger el fruto. Deja que Dios nos de tiempo para que crezca.

Conversión de San Pablo.

 Hoy celebramos la conversión de San Pablo, al apóstol al que Jesús encontró e invitó a seguirle, para llevar a todos su mensaje Salvador. En la carta a los Romanos, uno de los grandes escritos del cristianismo de todos los tiempos, manifestó su intención de llegar a España, es decir, al ultimo rincón de la tierra que entonces se conocía.

Nos ha dejado una gran obra literaria, sus cartas recogidas en el Nuevo Testamento, algunas de ellas escritas por sus discípulos.

Su persona está unida a la de San Pedro. Ambos predicaron en la capital del imperio y allí fueron martirizados. 

Un buen día para aceptar el compromiso que como cristianos tenemos. Convertirnos al Señor, que no es otra cosa sino llenarnos de su Palabra. De leerla y amarla porque en ella encontramos el camino de la vida cristiana. Es el GPS que nos conduce por el verdadero camino que nos hace personas y que nos lleva a nuestra meta: vivir con Dios para siempre en el mundo nuevo del Reino de los cielos.

Llevar esa Palabra a todos. El mundo de hoy, como el de entonces, necesita escuchar a Dios. En el mundo de la comunicación son muchos los mensajes y las ideas que nos llegan, pero no siempre escuchamos lo que Dios nos dice. Nos lo dice el evangelio que hoy se lee: ir al mundo entero y predicar el Evangelio, que lleva la salvación a todos los que lo aceptan, lo aman y lo viven. Porque la Palabra de Dios es la única que puede transformar este mundo en un mundo mejor.

Reflexión del domingo

 Celebra hoy la Iglesia el día de la Palabra de Dios. Uno de los graves fallos que tenemos los cristianos es que la Palabra de Dios es nuestra gran desconocida. La Biblia, donde encontramos esta Palabra, sigue siendo un simple libro, que a veces ni sabemos dónde lo hemos dejado si es que lo tenemos en nuestras casas.

Ya San Jerónimo, que tradujo la Biblia a la lengua del pueblo cuando aún en el Imperio Romano se hablaba el latín, nos decía que desconocer la Palabra de Dios es desconocer a Cristo.

Este día de la Palabra de Dios es una invitación a leer la Biblia, como lo hemos propuesto en nuestras parroquias comenzando con una lectura del evangelio de cada día. Leer es el primer paso para conocer. Si no leemos, no sabemos lo que Dios nos dice. Por eso, cuando leemos la Biblia en nuestras celebraciones, como hacemos este y todos los domingos, acabamos diciendo que es Palabra de Dios, no una ocurrencia del cura o de los lectores. También podemos leer la Palabra de Dios en casa, en ratos de tranquilidad… Así vamos conociendo a Jesús.

Conocer para amar. Si desconocemos a Jesús, será para nosotros alguien que vivió hace mucho tiempo, que los curas nos hablan de él en la Misa, mientras nosotros intentamos estar a lo nuestro, con el pensamiento en otro lado. Al final viene a ser alguien que no merece la pena. Sin embargo, Jesús es el que nos enseña el camino de la felicidad, nos ayuda y nos acompaña, nos enseña a vivir la vida, que es el mayor regalo que Dios nos ha dado. Descubriremos que es alguien importante y necesario para nosotros y nuestra felicidad. Y a ese Jesús que descubrimos es el Jesús en quien podemos amar de todo corazón, como él nos ama a nosotros.

Y aprenderemos a actuar y a vivir. Lo que nos enseñó Jesús no fueron programas políticos, ni filosofías, ni historietas para leer. Nos enseñó a vivir. Muchas veces la vida es un desastre que nos llena de agobios y preocupaciones porque no sabemos vivir. Apenas respirar. La vida es regalo de Dios y tiene un prospecto para vivirla: las enseñanzas de Jesús que recibimos en la Biblia, en su Palabra, y que nos enseñan a vivir la vida que Dios nos ha dado. Hay veces que no parece que la vida nos la ha dado Dios, sino que nos ha parido una vaca. No perdamos nunca ese libro de instrucciones, ese GPS que es Jesús que nos enseña el verdadero camino de la vida, camino lleno de amor a Dios y de amor al prójimo. Leer la Biblia no es andar despistados en la vida, sino que es la que nos enseña a vivir con los demás, compartir sus vidas, implicarnos en sus problemas, tenerles como hermanos, pero de verdad. Actuar por un mundo mejor, humano y solidario, por el único mundo que merece la pena.

Leer, amar y actuar. Así la Palabra de Dios nos hace felices de verdad. Y qué más podemos desear en esta vida

La señal del cristiano es que conoce la Biblia: lee la Palabra de Dios, ama la Palabra de Dios, testimonia la Palabra de Dios. 

Decía San Jerónimo, cuando tradujo la Biblia de los idiomas originales,  hebreo y griego, a la lengua que hablaba y entendía todo el pueblo, el latín:”Quien no conoce la Biblia no conoce a Jesús”

Para facilitar la lectura de la Palabra de Dios, hoy tenemos varias ediciones de libritos con la lectura diaria del evangelio. Es una buena manera para comenzar a tener contacto con la Biblia. Son unas pocas líneas en las que nos encontramos con la persona de Jesús, conocemos lo que hizo y lo que dijo, leemos las enseñanzas para caminar bien por la vida..

Peregrinaciones a Tierra Santa y Jordania.

 Hemos pasado un día de encuentro los guías de Tierra Santa, preparando nuestras peregrinaciones para este año 2023. 

Hay mucha gente que, después de la pandemia, quieren peregrinar a Tierra Santa. También desde nuestras parroquias podrá ir la gente que se han quedado con deseos de peregrinar a Tierra Santa o Tierra Santa y Jordania, después de que hay gente animada tras la experiencia que el año pasado tuvimos con Meruelo. 

Si hay gente que quiere información, podéis poneros en contacto conmigo, ver como se harán las peregrinaciones, fechas, precios… 

Teléfono: 630 96 59 86

Correo electrónico: eleucas@gmail.com.

Os envío la imagen del Niño Jesús, que está en la iglesia de Santa Catalina, en Belén.

Hoja Parroquial 3º domingo tiempo ordinario - 22 enero 2023

 

Jesús, rodeado de la muchedumbre.

 Una imagen muy común en la vida de Jesús: una gran muchedumbre de gente le sigue, va detrás de él buscando escuchar su Palabra y ser curados de sus enfermedades. Gentes que vienen desde el sur, donde se encuentra Jerusalén hasta la región de Tiro y de Sidón, que se encuentra ya fuera de Israel, en lo que hoy es la nación de Siria. Nos sería muy bueno que nosotros nos unamos a este grupo de gente, que seamos de aquellos que buscan en Jesús el sentido de su vida. 

Todos van a tocarlo. Con ello buscan que la curación salga de Jesús hacia ellos. Cuando se acercó una mujer enferma a Jesús cuando se acercaba a ver a la hija del jefe de la sinagoga de Cafarnaún, que había fallecido. “He notado que una fuerza ha salido de mi”, dijo Jesús, cuando la mujer quedó curada.

Tampoco es extraña la imagen de Jesús que sube a la barca para que le sirva de púlpito para predicar su Palabra. Así podía ser escuchado por todos los que se le acercaban. 

Ver a Jesús rodeado de gente y hablando a todos los que se acercaban, es un hecho que nos invita a que este domingo celebramos el “Día de la Palabra de Dios”. 

La Palabra de Dios es palabra de salvación, la que nos cura de tantas enfermedades como vivimos, que nos lleva a caminos de felicidad.

Hay algo que nos une a las personas: nuestro deseo de ser felices. Pero también nos une el preguntarnos como podemos encontrar esa felicidad. Jesús es la mejor de las respuestas. Feliz día a todos.

Este año celebraremos el “Año Santo Lebaniego” que tiene su centro en el Monasterio de Santo Toribio de Liebana, en el pueblo de Camaleño y muy cerca del pueblo de Potes.

El año santo lebaniego se celebra todos los años en que la fiesta de Santo Toribio, el día 16 de abril, cae en domingo. 

El monasterio de Santo Toribio ha sido siempre uno de los cuatro lugares de peregrinación, donde se alcanzaba el perdón de los pecados: Jerusalén, Roma, Santiago de Compostela y Santo Toribio de Liebana.

Se esperan que este año sean unos dos millones de peregrinos los que lleguen a Santo Toribio, para la celebración del año santo. Por ello, este año santo, como todos los lugares de peregrinación tiene dos caras: la político - económica y la religiosa. 

Los peregrinos que llegan gastan mucho dinero en hoteles, comidas, recuerdos del lugar… que suelen aprovechar los dueños para venderlo a precios más altos.

Además de los actos propios del año santo, se aprovechan para otros acontecimientos lúdicos - culturales. Grandes festivales de música en los lugares más significativos de Cantabria, visitas a nuestros lugares más significativos, nuestro patrimonio civil y religioso. Y todo ello cuesta un dinero. Se andan buscando patrocinadores que pongan más de dos millones de euros para que se pueda llevar a cabo este acontecimiento del año santo.

A los cristianos nos toca vivir este acontecimiento 

como un acto de fe, de cercanía al amor de Jesús que murió por todos nosotros en la cruz. Es también un momentos de vivencia religiosa, aunque sea o no sea autentica la reliquia de la Cruz. También nosotros haremos nuestra peregrinación religiosa. Y la prepararemos para poder vivirlo con fe y compromiso de seguir viviéndolo en nuestras parroquias,

Reflexión: Jesús el Cordero de Dios

 Jesús es el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo. Los judíos sacrificaban en el templo de Jerusalén un cordero sobre el que caían los pecados del pueblo y así, mediante este sacrificio, eran perdonados.

Jesús vino para ser ese cordero de Dios, con su entrega en el sacrificio de la Cruz. Por eso, antes de la comunión, decimos mostrando el Cuerpo de Cristo en el pan consagrado y roto para significar la muerte de Jesús: “Este es el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo”.

Este sacrificio de Jesús se renueva en cada Eucaristía que celebramos. Es la fuerza que recibimos para ser fieles al bautismo que hemos recibido. Un bautismo del Espíritu Santo, de una nueva vida alejada del pecado y cercana a Jesús, sobre el que bajo este Espíritu Santo el día de su bautismo, que era el día en que comenzaba el anuncio de la Salvación, de la vida nueva a todo nosotros y que culminó cuando en la cruz entregó el Espíritu a su Padre.

Como nos recuerda Isaías, Jesús es la luz de las naciones, de todos los hombres y mujeres del mundo. El pecado oscurece nuestra vida, no nos deja obrar con libertad, cambia el amor en egoísmo, en vez de hermanos solo vemos enemigos en los otros, nos creemos superiores a los demás, incluso superiores a Dios, que para nosotros no cuenta nada. 

Con esta fuerza de Dios, manifestación del amor que nos ofrece, leemos la Sagrada Escritura, en especial los evangelios para ir descubriendo la verdadera luz de Cristo. Ella ilumina nuestra vida y la llena de felicidad. 

A veces nos encontramos tristes, desanimados, desconcertados, sin saber que hacer y sin encontrar el sentido a nuestras vidas. Y es que no somos capaces de aceptar el amor que Dios nos da, porque las demás cosas solo nos dan preocupaciones inútiles. Hagamos un hueco en nuestro corazón para que se llene del Espíritu de Dios, que es verdadero amor.

Hoja Parroquial - 2º Domingo tiempo ordinario - Ciclo A - 15 de enero 2023

 

Jesus, el que sana cuerpo y espíritu

Jesús vivió en Cafarnaún, allí tenía su casa y allí iba la gente a visitarle.   

Hay leemos el cuarto milagro de Jesús en esta semana. Un milagro que nos dice que hay dos enfermedades en el ser humano: la enfermedad del cuerpo y la enfermedad del alma (el pecado).

Aquel paralitico que es descolgado por el tejado de la casa para llegar a la presencia de Jesús es curado del alma y para que la gente que está en la casa se convenza de esta curación, Jesús le cura en su cuerpo y el paralítico sale andando llevando su camilla. 

Dios es quien nos cura. Esta curación es hacernos personas nuevas que cambian su vida. Nos llevan tumbados en una camilla y salimos llevando la camilla en nuestras manos. Nos meten por el tejado y salimos por la puerta de la casa, no podemos entrar porque no cabe gente ni a la puerta de la casa, pero se nos acerca el que en ella vive. 

Cuando nuestra vida esté en situaciones complicadas o delicadas, hay alguien que nos espera y nos cuida. Vamos a la casa donde el Señor está, donde nos espera y con quien encontramos la verdadera y plena curación.

Jesús y el leproso. Amor sin límites.

No había una enfermedad peor en Israel que la de ser leproso. Alejados del pueblo vivían en los cementerios y cuando se acercaba la gente tenían que gritar: “leproso, leproso” para que no se acercasen y pudiesen ser contaminados.

Cuando eran curados, tenían que ir a los sacerdotes para que estos certificasen que ya no eran contagiosos y pudiesen empezar a vivir entre la gente.

El deseo de Jesús, su misión, es salvar a la gente, liberarnos de todo aquello que nos oprimen y que no nos permite ser personas en plenitud. El ha venido a curar nuestras “lepras”, que nos hacen separarnos de las gentes. Jesús quiere y puede curarnos. Acércate a El con confianza. El amor que él nos tiene es la mejor de las medicinas para curarnos.

Jesús manda callar al leproso. No quiere que nos creamos que El ha venido para hacer milagros. El ha venido para darnos su amor en su entrega amorosa en la cruz, en su muerte y en su resurrección. Ese es el centro de nuestra fe y el fundamento de nuestra esperanza en la salvación que Dios nos trae por medio de su Hijo. 

Jesus, el que predica y sana.

La vida de Jesús en Galilea se manifiesta en las dos grandes actividades que realiza: predicando en las sinagogas, de las aldeas cercanas, donde los sábados se reunían los judíos y expulsando a los demonios.

 Aprendemos tres grandes actitudes de Jesús y que nos invitan a nosotros a también realizarlas en el día de hoy.

Ir a los lugares donde aun no se conoce a Jesús,o porque no han oído hablar de El o porque, y esto es más frecuente, se han olvidado de El. Solemos escuchar a muchos que ellos no van a Misa desde que hicieron la Primera Comunión. Sólo van a bodas y funerales, pero se suelen quedar fuera. Se llaman cristianos, pero desconocen a Cristo.

Llevar allí la buena noticia del Evangelio, que se refleje en nuestras palabras. Que siempre podamos decir aquello que Jesús nos diría. No se puede dar a conocer a Jesús si no hablamos de Él, si nos quedamos callados. Jesús puede ser, y es, un tema muy interesante; más que otros temas que nos llenan la boca (y la mente y el corazón) Guardamos lo menos importante y rechazamos lo que nos vale de verdad.

Y expulsar a los demonios. Mucha gente a nuestro lado sufre: se encuentran solos, nadie les hace caso, les faltan aquellas cosas que hacen que podamos vivir como personas, están enfermos, sufren pérdidas en las familias… sufrimientos hay muchos y variados. Estos eran los preferidos de Jesús, que no sean nuestros olvidados. Que no veamos en ellos a unos pobres desgraciados sino al Jesús que se nos presenta por medio de ellos.

Jesus, palabras sabias y gestos salvadores.

 En los evangelios hay siempre un protagonista que es Jesús, el profeta de Nazaret, hijo de Dios.

 En sus años de vida pública en la región de la Galilea, la tierra de los gentiles, tuvo relación con otras personas de aquellos pueblos.

Hay un refrán castellano que aquí nos viene a pelo: “Dime con quien andas y te diré quien eres”. Por ello, si queremos conocer a Jesús, nos vamos a fijar con quien andaba, con que personas se relacionaba y cómo se relacionaba con ellas. 

Durante esta semana leeremos en los evangelios de cada día quienes eran esas personas que acudían a Jesús y que Jesús, con todo su cariño, recibía.

Hoy nos encontramos con un hombre poseído por un espíritu inmundo. Espíritu que atormenta a las personas, que las hace vivir fuera de si, que las hace inhumanas. Espíritus que dan miedo porque destrozan a las personas. No nos dejan vivir y nos convierten en algo cercano a los animales. 

Hoy nos encontramos con un Jesús que nos enseña con autoridad, con palabras que manifiestan una vida nueva,, que no son enseñanzas repetitivas como la de los escribas. Palabras nuevas para una vida nueva es lo que nos enseña Jesús.

Y estas palabras van acompañadas con sus obras. Por ello cura al hombre que tenía el espíritu inmundo. Le ordena abandonar a aquella persona que atormenta al hombre, y el espíritu inmundo obedece. 

Jesús dice y hace. Ojalá también aprendamos nosotros a decir y a hacer. Iríamos mucho mejor.

CAFARNAÚN. RESTO DE UNA CASA Y VISTA DEL LAGO

 

Jesús llama a sus primeros discípulos… y¡ también a nosotros.

Después de su bautismo en el Jordan, que celebrábamos ayer, Jesús fue llevado al desierto para prepararse a llevar el Evangelio, la buena noticia a todos los hombres y mujeres del mundo. Tras sufrir las tentaciones en el desierto, que recordaremos en el primer domingo de Cuaresma, fue a la ciudad de Cafarnaún, conocida en los evangelios como la ciudad de Jesús.

Era Cafarnaún un puerto pesquero y los vecinos de Jesús eran pescadores. Estando en sus tareas propias de su trabajo, reciben la llamada de Jesús para llevar a todos la Buena Noticia, el Evangelio que él estaba predicando.

Como a Pedro, Andrés, Santiago y Juan, también a nosotros nos invita a seguirle, a escucharle, a tener puesto en El nuestro corazón para que también seamos en nuestro mundo pescadores de hombres.

No tengáis miedo a esa tarea. El está siempre con nosotros. Es la fuerza de nuestra debilidad. Nunca digas que tu no puedes. No tengas miedo y confía en Jesús para llevar a cabo una tarea tan difícil pero a la vez tan hermosa.

Bautismo de Jesus - Reflexión

BAUTISMO DE JESÚS. 8 de enero de 2023

La festividad del bautismo de Jesús, el domingo siguiente a la Epifanía, señala el final de las fiestas de la Navidad, de la vida oculta de Jesús y de su aparición en medio del pueblo de Israel para llevar a cabo su misión que le ha encomendado el Padre: la Salvación del género humano. Por eso el apóstol Pedro dice a la gente que le escucha, que la historia ha comenzado en Galilea, cuando Juan bautizaba en el Jordán

Juan el Bautista está anunciando el Reino de Dios que llega. Es el Reino que nos trae Jesús. Un Reino destinado a los pecadores que buscan la nueva vida que Dios les va a ofrecer. Y como señal de conversión y de preparación de su corazón, escuchan la llamada de Juan y se acercan al rio Jordán para ser bautizados.

Entre los que llegan a Juan, está Jesús. Es quien no necesita conversión. Por eso Juan queda extrañado y no entiende por qué tiene que bautizar a Jesús. Él no es un pecador, sino el que nos libra de los pecados; él no es el que tiene que convertirse para aceptar una nueva vida. Él es esa nueva vida que Dios Padre nos ofrece para que nosotros la aceptemos.

Jesús el que se une a los pecadores. Ellos son los destinatarios de su amor, como ya lo dijo el profeta Isaías: “la caña cascada no la quebrará, la mecha vacilante no la apagará”, “te hago luz de las naciones para que abras los ojos a los ciegos, saques a los cautivos de la cárcel, de la prisión a los que habitan en tinieblas”.

En el bautismo en el Jordán, el Espíritu Santo baja sobre Jesús en forma de paloma. Es la fuerza de Dios que le acompañará en la misión salvadora que el Padre le ha encomendado. En el libro de los Hechos de los Apóstoles hemos leído: “fue ungido por Dios con la fuerza del Espíritu Santo que pasó haciendo el bien y curando a todos los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con El”.

Esta misión que ha recibido en su bautismo, la iremos viendo a lo largo de toda su vida. Va a llevar la salvación a los ciegos, los mudos, los leprosos, aquellos que se consideraban alejados de Dios. Ante ellos muchos se preguntarán: ¿Quién ha pecado, este o sus padres? Sufrirá las críticas de los escribas y fariseos: “come con publicanos y pecadores”. Y como pecadores, son los alejados de Dios.

Este es Jesús, el Hijo de Dios entre nosotros. Al que quizás no encontramos porque no le sabemos buscar y queremos encontrarlo donde no está. Pues este día que celebramos su bautismo, nos deja muy claro por donde va a transcurrir y por donde transcurre su vida. Si le quieres encontrar ya lo sabes: Jesús está con los suyos, que casi nunca son los nuestros.

 

Festividad del Bautismo de Jesús

 El Espíritu De Dios está sobre mi, porque el Señor me ha ungido. Me ha enviado a dar la buena noticia a los que sufren, para vendar los corazones desgarrados, para proclamar la amnistía a los cautivos, y a los prisioneros la libertad, para proclamar el año de gracia del Señor.

Cabalgata de los Reyes Magos

 

Reflexión de la Epifanía del Señor

EPIFANIA DEL SEÑOR.

6 de enero de 2023.

Una bonita historia es la que hoy nos presenta el Evangelio. Qué pena que, con esta fiesta, la que hoy conocemos como “los Reyes Magos”, nos hayan tapado esta historia y la hayan trasladado de Belén al Corte Inglés. Es el día de llevar regalos a todos, a los niños y a los no tan niños. Bueno, a casi todos, porque para muchos no habrá regalos, no nos llega el dinero para tanto. Y entre ellos, uno de los que siempre se suele quedar sin los regalos es Jesús, el niño de Belén. Pobres nosotros, que no contamos con ellos en este día. Ni con Jesús ni con sus amigos, los niños que lo pasan mal, las primeras víctimas de las crisis en las que estamos envueltos.

En este día hay tres protagonistas, como nos señalan las lecturas que hoy hemos leído.

El primero de todos es Jesús. Él es la luz que brilla en nuestro mundo. Aquella luz de la que durante todo este tiempo nos ha estado hablando el profeta Isaías. Luz que viene y a la que vamos para que ilumine el camino de nuestras vidas o luz de la que huimos para que no nos veamos envueltos en tantos egoísmos como llenan nuestro corazón. Pero si nos falta la luz no vemos nada, nos llenamos de miedo, nos encontramos perdidos, no sabemos por dónde está el camino de nuestras vidas, vemos fantasmas por todos los lados… la vida es un horror. Déjate iluminar por Jesús, luz verdadera que nuca se acaba. Luz para todos nosotros y para todos los pueblos de la tierra. Conócete a ti mismo y cada día podrás ser mejor, creciendo como hijo de Dios.

Por eso hay unos segundos protagonistas, los Magos del Oriente. Ellos vieron una luz en forma de estrella, y la fueron siguiendo para encontrar a Aquel que es la verdadera luz que ilumina nuestras vidas. Siguen la estrella, preguntan dónde está la verdadera luz cuando la estrella desaparece, siguen las indicaciones que han recibido y al final llegan a la presencia de Jesús. Allí está la verdadera luz. 

La luz en quien reconocen a un rey, al que ofrecen el regalo de oro.  Un rey que tiene su trono en la cruz y que su corona es de espinas.  Un rey que no manda porque tiene poder, sino que manda sirviendo y dando su vida por todos. 

Al niño de Belén le reconocen como a Dios, al que ofrecen el incienso. Un Dios que no está en los cielos, sino un Dios que habita en la tierra acompañando y llevando su fuerza y su amor a aquellos a quienes los hombres dejan abandonados. Es el Dios que ha venido, amigo de los pobres, los leprosos, los enfermos, de los abandonados por la sociedad, de los últimos y de los que no cuentan. 

Y al niño de Belén le reconocen como hombre y le llevan mirra. Es el Dios que se ha hecho uno de nosotros para enseñarnos a ser como El.  Vive como nosotros, siempre a nuestro lado, enseñándonos a ser personas humanas y no animales de dos patas. Porque el verdadero hombre, que ha sido creado por Dios nuestro Padre, es el que se parece a Dios en su manera de vivir y de comportarse. 

Para ellos, para los Magos del Oriente, el Niño Dios es la verdadera luz, la que no se apaga, la que siempre brilla y nos conduce en la vida por caminos de la verdadera felicidad. Y para nosotros, ¿Quién es Jesús, el de Belén?

Y otro protagonista es Herodes. Es el que tiene miedo a la luz, porque tiene mucho que esconder. De bueno no tiene nada. Está vendido a los poderes del imperio romano. Y no quiere adversarios. Ante la luz que ha llegado sólo tiene una intención: apagarla, llenar el mundo de oscuridad para que nadie vea su maldad. Herodes siempre a lo suyo y nunca para los demás. El no llevó a Belén no oro ni incienso ni mirra. Solo llevó destrucción y muerte, acabando con los niños de aquella tierra, con los Santos Inocentes. Con aquellos que no tenían culpas, porque la única culpa la tenía Herodes. Nosotros hay veces que nos parecemos a ese rey tirano. Cuando vemos en los demás no hermanos sino enemigos, gentes llenas de faltas, defectos, mala vida. Gente de la que lo mejor que podemos hacer es estar lejos de ellas, que se arreglen como puedan.

 ¿Sabéis una cosa? ¿A que no estaría mal que cada día seamos menos Herodes y nos acerquemos más a los Magos del Oriente?

La pregunta ahí queda. La respuesta está en cada uno de nosotros. Pero no os olvidéis. Todo es cuestión de estar a la luz para que podamos vernos y conocernos. Y así alcanzar la mejor respuesta, de palabra y de obra.

Cabalgata de los Reyes Magos en Castillo

 

Cabalgata de los Reyes Magos de Meruelo

 

Del Evangelio. 4 de enero de 2023

“Maestro, ¿dónde vives? Jesús ha venido, estas Navidades lo hemos celebrado. Llegó en el pequeño pueblo de Belén, pero ya hace mucho tiempo. Ahora no sabemos si se ha ido, se ha escondido o se ha perdido en un mundo tan complicado como el nuestro. Por eso le preguntamos ¿Dónde vives? Ya nos lo dijo, pero se ve que no le hacemos mucho caso. “Donde hay dos o más reunidos en mi nombre, allí estoy yo”. “Lo que hicisteis con uno de estos mis pequeños, conmigo lo hicisteis”  Ahí está el Señor. Precisamente donde menos nos gusta ir, porque nos parece muy complicado. Jesús vino para estar con nosotros, pero tenemos la manía de alejarnos de El. Algo no nos funciona. 

Un año para ir al encuentro de Jesús, que está muy cerca de nosotros. Y encontrarnos con el llenará nuestro corazón de la mejor de las alegrías y felicidades. Merece la pena.

En el día de la Cabalgata de los Pastores. 2023

Esta noche os escribo después de haber celebrado la “Cabalgata de los Pastores”, visitando a las personas mayores de Meruelo que no pueden salir de casa, retenidas por su edad y por sus enfermedades. Pero si ellos no pueden venir, nosotros si que podemos ir. Y un año más, lo hemos hecho.

Día importante para nuestros mayores, pero también para nuestros pequeños pastorcillos, los que están en los cursos de preparación para la Primera Comunión. Ellos aprenden y ellos comparten. Lo que reciben en la catequesis se los llevan a los mayores. Por eso lo importante no está en aprender la religión, como hacen en las escuelas, sino en vivirlo como lo hacen con su participación en las celebraciones dominicales.y llevando su amor y su cariño a quienes lo necesitan.

 Si es cierto que mucho queda por hacer, también lo es que lo importante es empezar. Gracias a los pastorcillos, a sus padres, a todos los que han hecho posible este día. Ahora nos queda seguir en todas nuestras parroquias. Seguro que nos ayudará a mejorar.

Os envío dos fotos de hoy, antes de comenzar nuestra cabalgata. 

Cabalgata de pastores

 Un gran acontecimiento tendremos en Meruelo. La cabalgata de los pastores que llevaran el cariño de todos a sus casas. Será hoy, día 3. Hemos procurado visitar al mayor número posible. Esperemos seguir mejorando con la colaboración de todos. Ellos no pueden salir de sus casas por edad o por enfermedad, pero ni el Dios Niño ni nosotros les dejaremos solos. Son el pasado que nos hacen vivir el presente y pensar en el futuro.

Y nuestra parroquia les quiere y durante este año buscaremos formas y maneras de estar junto a ellos. Esperamos que todos nos ayudéis. Son vuestra familia y la familia de todos nosotros. 

No os olvidéis de llamar a la parroquia, y al párroco, cuando estén enfermos en casa o en el hospital. Hay que llevarles el cariño que se merecen.

Nunca lo he pasado mejor que visitando a los enfermos y mayores de mis anteriores parroquias. Y ahora que ya parece que se pueden hacer mejor las visitas, cuento con vosotros.

Os envío dos fotos de la primera cabalgata de pastores. Pronto espero enviaros las de la cabalgata de este año.

Con mi afecto

Terio, párroco

os pongo dos fotos del primer año

Preparando el bautismo de Jesús

 Este lunes, dos de febrero, nos encontramos con Juan el Bautista, que llama la atención de los sacerdotes y levitas del Templo de Jerusalén, que era el lugar de la presencia De Dios en medio de su pueblo.

Juan no es el Mesías, y lo reconoce ante aquellos que vienen a interrogarle. Solo es el que prepara el camino del Señor, que es el que nos traerá el bautismo que nosotros hemos recibido y que nos hace ser hijos de Dios.

El no es el importante, es un servidor del Señor llamado a preparar el camino del pueblo de Israel para que  acepte al verdadero Mesías, a Jesús, el Cristo. (Cristo significa Mesías, el que nos trae la salvación). De Jesús el Cristo sale el nombre por el que le conocemos: Jesucristo.

Este trozo del evangelio nos invita a ir preparándonos para la celebración del Bautismo de Jesús y descubrir lo que significa, tanto para Jesús como para nosotros mismos.

El día 8 descubriremos el secreto. 

Os añado a este texto una foto del rio Jordán, del lugar donde Jesús recibió el bautismo. El Jordan es el rio que separa / une a Israel y Jordania.