jueves, 12 de enero de 2023

Jesús y el leproso. Amor sin límites.

No había una enfermedad peor en Israel que la de ser leproso. Alejados del pueblo vivían en los cementerios y cuando se acercaba la gente tenían que gritar: “leproso, leproso” para que no se acercasen y pudiesen ser contaminados.

Cuando eran curados, tenían que ir a los sacerdotes para que estos certificasen que ya no eran contagiosos y pudiesen empezar a vivir entre la gente.

El deseo de Jesús, su misión, es salvar a la gente, liberarnos de todo aquello que nos oprimen y que no nos permite ser personas en plenitud. El ha venido a curar nuestras “lepras”, que nos hacen separarnos de las gentes. Jesús quiere y puede curarnos. Acércate a El con confianza. El amor que él nos tiene es la mejor de las medicinas para curarnos.

Jesús manda callar al leproso. No quiere que nos creamos que El ha venido para hacer milagros. El ha venido para darnos su amor en su entrega amorosa en la cruz, en su muerte y en su resurrección. Ese es el centro de nuestra fe y el fundamento de nuestra esperanza en la salvación que Dios nos trae por medio de su Hijo. 

Fiesta de San Mamés - 2023